¿Cuál es la capital de Australia? ¿Es una republica? ¿Quién es el primer ministro? ¿Y a quién le importa? ¿Hay alguien?
Para un país de tamaño grande, con un nivel de vida alta, flora y fauna única, y unas maravillas para compartir, es sorprendente y me entristece bastante que la gente no conozca hasta los datos básicos de esa isla impresionante. Así que, empecemos la lección ‘Australia para principiantes’.
Desde sus orígenes humildes como una prisión flotante para los ladrones ingleses, esa “tierra abajo” creció mucho. Las riquezas que describió James Cook en 1770 – se instaló en 1788 – preparó el terreno para una nueva sociedad de inmigrantes libres. Podría ser esa mezcla de gente de clases altas y bajas que tiene la clave para entender la estructura de la sociedad, y que adquiere forma en dos conceptos únicamente australianos: “the little battler” y “the tall poppy syndrome”.
Por una parte, se apoya a las minorías – en deportes y en la vida cotidiana incluso en los asuntos políticos. Las raíces se remontan a los primeros inmigrantes y los arriesgadotes que apostaron todo por la busqueda de oro. Por eso, se llamaban cariñosamente “little battlers” – los luchadores pequeños.
Por otra parte, el fenómeno del “tall poppy syndrome” – el síndrome de la amapola alta – es una de las normas más poderosas evidente en la cultura. Consiste en una desconfianza hacia la gente que sobresale la frontera aceptable del éxito. Lograr algo es bueno pero hay límites aunque invisibles, estructuran el comportamiento y cuando la prensa los perciber, ataca a esas personas sin compasión.
De todas formas, esas ideas regulan la ambición y es necesario tener equilibrio entre la lucha por progresar y algo destacado. Considere las celebridades que nos gustan y las que han sido rechazadas. Las buenas incluyen Cate Blanchett, Kylie, Steve Irwin, Dame Edna Everage y casí todos los deportistas. ¿Las malas? Las más conocidas, las que crecieron más que nosotros como Mel, Nicole y Paul Hogan. Otra categoría es la de Michael Hutchence de INXS, que murió en la cumbre de su carrera, y como todos los que se despidieron cuando eran jóvenes, mantiene la fama. En resumidas cuentas, estas elecciones reflejan nuestros valores y sentidos, y son tan inconstantes como el espejo de la bella durmiente.
Entonces ¿qué significa ser australiano en esta época? Maduramos un montón desde nuestros orígenes criminales y el “Cocodrilo Dundee”. Hay más que 160 nacionalidades que viven en el país hoy y nuestra identidad se ampliará por esa diversidad. Solo necesitamos la creencia fuerte en nosotros mismos. Como dice el himno nacional “todos australianos se regocijan porque somos jóvenes y libres”.
¿Y las preguntas con las que empezamos? Ojalá que tenga ganas de descubrir las respuestas usted mismo.
Lisa
Consigna: Escribir un texto que resuma una mirada sobre tu país.
jueves, 30 de octubre de 2008
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